viernes, 24 de enero de 2014

Solidaridad Internacional por el preso político puertorriqueño Oscar López Rivera. “La lucha es vida toda”: OLR

Oscar López Rivera
Samuel Pérez Ayala, en Movimiento al Socialismo (Puerto Rico)
“Creo que es un pueblo que merece ser un pueblo libre y me gustaría ver a nuestro pueblo luchar por su independencia y algún día disfrutarla. Mucho amor para el pueblo puertorriqueño. Yo estoy listo para lo que venga, siempre voy a estar listo para lo que venga. Si salgo, bien; si no, estoy listo para estar aquí un rato más”-  Oscar López Rivera, 2013
     El pasado 29 de mayo de 2013, Oscar López Rivera cumplió su año número 32 en las cárceles de máxima seguridad de los Estados Unidos (EEUU). En 1981 Oscar, que se ha convertido en el prisionero político de mayor antigüedad en Latinoamérica, fue arrestado y acusado, junto a otros compañeros y compañeras de lucha, de conspiración sediciosa. Luego de no concedérsele la condición de prisionero de guerra y la solicitud de ser juzgado por un tribunal internacional, fue sentenciado a 55 años de prisión, condena que aumentan a 70 años para 1988.
    Nacido en San Sebastián, Puerto Rico en 1943, se mueve, junto a sus padres, a Chicago en busca de una mejoría en sus condiciones de vida. Allí es reclutado y llevado para la guerra en Vietnam. A su regreso en 1967 a Chicago se involucra activamente en la lucha en contra de las deplorables condiciones en que vivía la comunidad puertorriqueña y en contra del racismo. Luego de algunos años de lucha comunitaria y política en su comunidad, junto a otros compañeros y compañeras, se une al grupo clandestino Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) para luchar por el derecho a la libre autodeterminación de su país, Puerto Rico.  Fue arrestado en 1981 y acusado, ante la falta de pruebas en otros delitos que se le imputaban, por conspiración sediciosa, es decir, de haberse puesto de acuerdo para terminar el control colonial de Estados Unidos sobre Puerto Rico.
    En las cárceles estadounidenses, Oscar López Rivera ha sido separado del preso corriente para ser sometido a condiciones inhumanas, recibiendo un trato cruel y tortuoso. En busca de que corrompa en sus ideales lo han privado de contacto con familiares, de contacto con otros compañeros y compañeras de lucha, le han prohibido la correspondencia y la comunicación telefónica, se le ha negado un tratamiento médico adecuado, entre otras cosas. A pesar del intento constante de amedrentamiento por parte del gobierno de los EEUU, la lucha por el derecho de los pueblos a su libre determinación sigue viva tanto en Puerto Rico como en la mente de Oscar.
    Para el año 1999, el expresidente Bill Clinton, en aquél momento presidente de EEUU, le ofreció indulto a la mayoría de los presos y presas políticas puertorriqueñas que para ese entonces llevaban aproximadamente 20 años en prisión. En esa propuesta se incluye a Oscar, quien hubiera salido unos años después a ese primer grupo. Sin embargo, y en un gran gesto de solidaridad y compromiso, el compañero Oscar López Rivera se niega a aceptar el indulto mientras permanecieran encarcelados Carlos Alberto Torres y Haydée Beltrán. Estos últimos salieron en libertad bajo palabra en el año 2009 y 2010, respectivamente.
     Del grupo de Chicago que fue acusado de conspiración sediciosa en los 1980’s, todos han salido excepto Oscar. Luego de la salida de sus últimos dos compañeros, solicita libertad bajo palabra. En el 2012 se presenta ante la Junta de Libertad Bajo Palabra de los Estados Unidos. A pesar de que estuvo dispuesto a aceptar todas las condiciones impuestas por la Junta, esta resolvió denegarla y tener otra audiencia en enero de 2026. La única posibilidad de salida inmediata de Oscar López Rivera es que el presidente Barack Obama le otorgue un indulto, posibilidad que sólo podrá ser alcanzada si se aumenta la presión y campaña por su excarcelación.
    Durante este año las actividades por la liberación de Oscar han aumentado. Se han realizado un sinnúmero de actividades culturales y educativas, en plazas públicas y escuelas, mítines, caminatas, grupos de mujeres se han organizado para reclamar su excarcelación, varios artistas y personas que, a pesar de diferencias políticas, se han unido al reclamo por una cuestión de justicia y derechos humanos. Actividades de desobediencia civil se han comenzado ha llevar a cabo: el pasado 8 de agosto y 9 de septiembre un grupo de activistas independentistas paralizaron las entradas de la cárcel federal ubicada en Guaynabo, Puerto Rico en dos ocasiones.
Solidaridad Internacional por Oscar López Rivera
    La comunidad internacional se continúa solidarizando con el reclamo de excarcelación del prisionero político. El pasado mes de julio (2013), por ejemplo, estudiantes realizaron una concentración frente a la embajada de Estados Unidos en Madrid, España reclamando su excarcelación. Igualmente se han realizado actividades en diferentes ciudades de Estados Unidos, como Philadelphia, y América Latina. Hacemos un llamado a toda organización comprometida con la justicia y el respeto a los derecho humanos básicos, y más aún, con el derecho de todo pueblo a su autodeterminación, a solidarizarse y expresarse a favor de la excarcelación de Oscar López Rivera. 32 años es más que suficiente. Lo queremos de vuelta ya.

Oscar López Rivera, “la lucha es vida toda”

Doy gracias a la vida” –expresó el prisionero político Oscar López Rivera al cumplir 70 años de edad- “le doy gracias por haberme enseñado que ella es lucha toda, que si pretendo vivir tengo que luchar y luchar si pretendo vivir”.
En los medios de Estados Unidos se afirma con frecuencia que la guerra más larga de Estados Unidos es la de Afganistán. ¡Falso!. Las guerras de mayor duración de Estados Unidos han sido –en el interior de su territorio- las que ha librado contra los americanos nativos y afrodescendientes y –en el exterior- contra el pueblo puertorriqueño.
Oscar López Rivera y su nieta
Ningún otro país ha luchado durante tanto tiempo y tan heroicamente por su independencia como el pueblo boricua. Los puertorriqueños han luchado por ella durante más de 500 años, desde los albores del imperio español, y continuaron luchando cuando el naciente imperio estadounidense invadió la isla en 1898. En los 115 años transcurridos, el pueblo de Puerto Rico ha sido masacrado en varias oportunidades (Ponce, Jayuya, etc.) y muchos de sus hijos asesinados; cerca de 2,000 presos políticos han sido encarcelados en Estados Unidos a miles de millas de distancia del lugar donde nacieron y la suma de las sentencias recibidas alcanza la cifra de más de 11,000 años (1).

La ubicación de los presos políticos puertorriqueños en prisiones del territorio de Estados Unidos situadas a distancias prácticamente inaccesibles para sus familiares, no es sólo una cruel sanción adicional que persigue premeditadamente desmoralizarlos sino que tiene como fin, además, dificultar en el mayor grado posible los contactos con movimientos de solidaridad y poner obstáculos al trabajo de los abogados y a la preparación de la defensa.

Para vergüenza de Estados Unidos, el más antiguo preso político latinoamericano, Oscar López Rivera, sufre una bárbara condena desde el 29 de mayo de 1981, hace más de 32 años, en prisiones de alta seguridad. Lo más sórdido del FBI pretende mantenerlo encarcelado hasta extinguir su sentencia en 2023. “Ejemplo supremo de la continuidad del movimiento emancipador tricontinental” le llamó el intelectual y dirigente político cubano Ricardo Alarcón, resaltando así los valores universales de la lucha de este patriota puertorriqueño (2).

Oscar nació en San Sebastián, al noroeste de la isla, en 1943, y a la edad de catorce años se trasladó a vivir con su familia en Chicago, Illinois. En 1967 fue llamado a filas por el Ejército y sirvió un año en Vietnam. Esta experiencia, las luchas por los derechos civiles y la resistencia a la brutalidad policíaca contra los boricuas, contribuyeron a formar su conciencia anticolonialista y revolucionaria. Durante los años 70 fue cofundador del Centro Cultural Puertorriqueño Juan Antonio Corretjer y de una escuela alternativa que lleva el nombre de Dr. Pedro Albizu Campos, y formó parte del Comité para liberar a los cinco nacionalitas puertorriqueños: Oscar Collazo, Lolita Lebrón, Rafael Cancel Miranda, Irvin Flores y Andrés Figueroa Cordero.

Oscar Collazo estaba preso desde 1950. El 30 de octubre de ese año, con el fin de sofocar la insurrección anticolonial de Jayuya, la Fuerza Aérea de Estados Unidos bombardeó los poblados tomadas por los rebeldes asesinando a numerosas personas. La represión fue violenta y más de cinco mil activistas y colaboradores fueron encarcelados, incluyendo mujeres y niños. En respuesta y para llamar la atención del mundo sobre el genocidio que se perpetraba contra el pueblo de Puerto Rico, Oscar Collazo y Griselio Torresola, dos días después, realizaron un atentado contra Harry Truman. Uno de los guardaespaldas del presidente resultó muerto y otros dos heridos. Torresola murió también. Collazo, herido, fue capturado y posteriormente condenado a muerte. Una campaña internacional logró que se conmutase la sentencia por cadena perpetua. Los otros cuatro nacionalistas permanecían en prisión desde marzo de 1954 cuando, por el papel que desempeñaba el Congreso de Estados Unidos en mantener el estatus colonial, penetraron en la Cámara de Representantes, desplegaron una bandera de Puerto Rico y abrieron fuego hiriendo a cinco legisladores. La acción se hacía coincidir con la Conferencia Inter-Americana que tenía lugar en Caracas, Venezuela. Los cuatro fueron arrestados y sentenciados a cadena perpetua. (3)

En 1981 Oscar fue detenido como miembro de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), acusado de “conspirar para la sedición”, comodín que acostumbran utilizar los tribunales estadounidenses contra los acusados por razones políticas, y condenado a 55 años de prisión sin que hubiese resultado convicto de acto de violencia alguno. Sucede en estos casos de juicios políticos en los tribunales de Estados Unidos, que se condena al acusado no por lo que ha hecho sino por lo que es y lo que representa; y la severidad de la sentencia es totalmente desproporcionada en relación con los “delitos” cometidos.

Durante el juicio, Oscar reafirmó, al igual que todos sus compañeros, su condición de prisionero de guerra (POW) anticolonialista, que luchaba contra la ocupación ilegal de su patria por un país extranjero, garantizada por los Acuerdos de Ginebra de 1949 y por los Protocolos de 1977. Tenían derecho, por consiguiente, a ser juzgados por una corte internacional y no por las de Estados Unidos ni por las coloniales en territorio puertorriqueño.

Durante los doce años que median entre 1986 y 1998, Oscar sufrió la tortura del confinamiento en solitario en la penitenciaría de Marion, Illinois, y en la de Florence, Colorado, pero soportó con dignidad el aislamiento total y mantuvo su firmeza ideológica y su voluntad de continuar la lucha. . No satisfechos con la crueldad de los castigos impuestos, en 1988 fue acusado absurdamente de “conspiración para escapar” y añadieron otros 15 años a su condena.

La estatura moral de Oscar López Rivera se puso de manifiesto con su actitud ante la clemencia ofrecida por el presidente Bill Clinton. En 1999 Clinton liberó a once prisioneros políticos puertorriqueños; uno más (Juan Segarra Palmer) tendría que cumplir otros cinco años; y ofreció a Oscar una clemencia limitada que requería diez años más en prisión. Oscar rechazó la oferta porque excluía a dos de sus compañeros (Carlos Alberto Torres y Haydée Beltrán) y porque aceptarla significaba renunciar a sus creencias políticas.

En Puerto Rico se convoca a una gran marcha el 23 de noviembre próximo para exigir la libertad de Oscar López Rivera. Estoy seguro de que todos los buenos boricuas, no importa el partido a que pertenezcan, se unirán ese día reclamando la excarcelación de su compatriota. Esperemos que muy pronto Oscar pueda reunirse con su hija Clarisa, con su nieta Karina a quien ha escrito desde la prisión hermosísimas cartas, y con todo su amado pueblo puertorriqueño, para continuar la lucha por la independencia -su razón de existir-, porque si la vida es toda lucha, también se cumple –para los revolucionarios como Oscar- que “la lucha es vida toda” (4).

NOTAS
(1)    José F. Paralitici: “Sentencia impuesta: 100 años de encarcelamientos por la independencia de Puerto Rico”, San Juan, Puerto Rico, Edic.Puerto Histórico, 2004. Citado por Jan Susler en “More than 25 years: Puerto Rican Political Prisoners”, The Cost of Colonialism, 1992.
(2) Cubadebate, “Confieren en Cuba Orden de la Solidaridad a prisionero político Oscar López Rivera, 18 de sept. de 2013.
(3)    Andrés Figueroa Cordero fue liberado por el presidente Jimmy Carter en 1977; padecía de cáncer y murió dieciocho meses después. En 1979, Carter liberó a Collazo, Lebrón, Cancel Miranda y Flores.
(4)    “La lucha es vida toda”, título del concierto en tributo a Oscar López Rivera celebrado el 14 de septiembre de 2013 en el Coliseo Roberto Clemente, San Juan, Puerto Rico.

2 comentarios:

  1. Estimados Compañero,

    Después de la aprobación del 23 de junio de 2014 por consenso de la resolución número 33 del Comité de Descolonización de la Organización de Naciones Unidas (ONU) pidiéndole al gobierno de Estados Unidos que descolonice inmediatamente a Puerto Rico, debemos trabajar juntos para obligar a Estados Unidos a cumplirla.

    Los hechos de que el gobierno de Estados Unidos ha mantenido a Puerto Rico como su colonia por 116 años, ha tenido encarcelado por 33 años a Oscar López Rivera por luchar por la descolonización de Puerto Rico, y ha ignorado 33 resoluciones de la ONU, confirman que el gobierno de Estados Unidos nunca querrá descolonizar a Puerto Rico. ¡Necesitamos un tsunami de gente para obligar al gobierno de Estados Unidos a cumplir con las 33 resoluciones!

    Debemos protestar pacíficamente y permanentemente por lo menos 3 veces anualmente hasta lograrlo.
    La primera será una marcha en Puerto Rico en el día que celebramos la abolición de la esclavitud, 22 de marzo, hasta llegar al Tribunal de Estados Unidos. La segunda será una marcha en Puerto Rico el día antes de la vista anual sobre la descolonización de Puerto Rico en la ONU. La tercera será una protesta en la ONU en el mismo día de la vista anual sobre la descolonización de Puerto Rico.

    Estas protestas son indispensable porque, los que tienen colonias no creen en la justicia para todos.

    Un abrazo fraternal,
    José M López Sierra
    Jlop28vislophis@gmail.com
    Comité Timón del Pueblo
    Compañeros Unidos para la Descolonización de Puerto Rico
    www.TodosUnidosDescolonizarPR.blogspot.com

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  2. ¿Por qué Puerto Rico sale a votar más que Estados Unidos?

    Los puertorriqueños votan a un 80%. Los ciudadanos de Estados Unidos votan a un 50%. Por qué esta diferencia de 30%. ¿Serán que los puertorriqueños somos más creyente de la democracia que los mismo ciudadanos estadounidense?

    Puerto Rico es una colonia de los Estados Unidos desde el 1898. Desde entonces, los puertorriqueños que han querido descolonizar a Puerto Rico lo han asesinado o encarcelado. Muchos puertorriqueños le tienen terror hablar de la independencia para Puerto Rico debido a esta represión de 116 años.

    Como el colonialismo es siempre para explotación, no hay oportunidades en Puerto Rico para los puertorriqueños. Por eso es que tenemos ahora más puertorriqueños afuera que adentro de Puerto Rico. ¡Los puertorriqueños están desesperados para encontrar una solución política para nuestro colonialismo eterno!

    La mayoría de los puertorriqueños creen que podemos descolonizarnos a través del proceso electoral. Pero el proceso electoral está en última instancia bajo el control del gobierno de Estado Unidos. Como el gobierno de Estados Unidos ha ignorado 33 resoluciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU) pidiéndole que inmediatamente descolonice a Puerto Rico, y ha mantenido a nuestro preso político Oscar López Rivera encarcelado por 33 años a pesar de un reclamo mundial para su excarcelación, no debe haber duda alguna de EEUU nunca permitirá nuestra descolonización por vía electoral. ¡Si se pudiera, no lo tendríamos!

    La mejor forma para descolonizarnos seria que los 80% de los electores puertorriqueños salgan mejor a la calle para demandar nuestro derecho inalienable a la autodeterminación e independencia, e insistir que la descolonización la maneje la ONU. Después de todo, la descolonización está bajo la jurisdicción de la ley internacional, y nunca bajo la ley nacional. Por eso es que el colonialismo es crimen en contra de la humanidad bajo la ley internacional, pero no bajo la Constitución de Estados Unidos.

    José M López Sierra
    www.TodosUnidosDescolonizarPR.blogspot.com

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