miércoles, 11 de mayo de 2016

Grecia: ¿A dónde ha ido el dinero de los préstamos?

Desde 2010 en Grecia se sucedieron tres programas de ajuste (Memorandum of Understanding, MoU). Consistieron en conceder nuevos préstamos a Grecia bajo la condición de una austeridad drástica. El primer programa data de mayo de 2010. Debía terminarse en junio de 2013 pero la profundización de la crisis llevó a la puesta en pie de un segundo programa en marzo de 2012. Este último, cuyo término inicial estaba fijado para diciembre de 2014, fue prolongado hasta junio de 2015. El tercer programa toma el relevo en julio de 2015, y debería proseguir hasta 2018.


Algunos no dudan en defender que esta "generosidad" no ha hecho más que estimular el despilfarro propio de Grecia y que los nuevos préstamos han ido en gran parte a la financiación de los déficits presupuestarios corrientes. Es la tesis sostenida en particular por el ultraliberal Hans-Werner Sinn/1, que propone el siguiente cálculo: "contrariamente a las afirmaciones, la población griega se ha beneficiado también de estos créditos. Desde el comienzo de la crisis, en términos netos, un tercio del crédito público ha sido consagrado a la financiación del déficit por cuenta corriente, un tercio al reembolso de la deuda exterior privada y un tercio a la huida de capitales". Éste es también el punto de vista de Jeremy Bulow y de Kenneth Rogoff |2| que pretenden que "Grecia ha sido en realidad un beneficiario neto de los fondos de la troika de 2010 hasta mediados de 2014, con un flujo inverso modesto puesto que Grecia ha esquivado las reformas".

Es significativo que estas puñaladas por la espalda fueran asestadas en junio de 2015, en el momento de máxima tensión entre el gobierno Tsipras y la Troika. Se sabe que Rogoff sigue sin dominar sus archivos Excel, pero ¿cómo se puede sostener una tesis tan opuesta a los hechos? Es fácil demostrar que estas evaluaciones se basan en errores conceptuales, como ha hecho Pablo Bortz/2, un universitario argentino que concluye así su estudio: "Un cálculo realista muestra que el 54 % de la ayuda financiera proporcionada a Grecia ha sido utilizada para reembolsar la deuda (extranjera), y el 21 % para recapitalizar los bancos griegos (algunos en manos de bancos extranjeros)". Antes de esta contribución se disponía ya de una evaluación realizada por Yiannis Mouzakis en enero de 2015/4. Proporciona un desglose detallado de las sumas recibidas desde el primer MoU según sus usos (gráfico 1).

Gráfico 1 - Desglose de los fondos 2010-2014
Este desglose está resumido en el cuadro 1 de más adelante. El acercamiento con el de Bortz muestra que los órdenes de tamaño son comparables. El punto esencial es que lo que ha quedado disponible para la financiación del déficit presupuestario, dicho de otra forma los gastos públicos, resulta marginal. Más de la mitad ha ido a los acreedores (reembolso+intereses), pero hay que añadir a ello la recapitalización de los bancos y las operaciones de PSI (Private Sector Involvement) destinadas a "dulcificar" (sweeten) las pérdidas de los acreedores en la reestructuración de 2012 (incluyendo los intereses suplementarios). Dicho de otra forma, lo esencial de los fondos llegados a Grecia se van inmediatamente hacia los acreedores o han beneficiado a los bancos, pero prácticamente no al pueblo griego, algo que había sido ya demostrado por el informe de la Comisión por la Verdad sobre la Deuda Griega.
Cuadro 1 - Dos evaluaciones de la utilización de los fondos
MouzakisBortz
Reembolso de la deuda115.745.5 %89.339.4 %
Pagos de intereses40.616.0 %39.117.2 %
Recapitalización de los bancos48.218.9 %48.221.3 %
Private Sector Involvement34.613.6 %34.615.3 %
Financiación del déficit15.36.0 %15.56.8 %
Total254.4100.0 %226.7100.0 %
Fuentes: Mouzakis, 2015; Bortz, 2015.

Un nuevo documento confirma estas evaluaciones
Un estudio reciente/5 acaba de confirmar los resultados de Mouzakis y de Bortz. Proviene de dos economistas del European School of Management and Technology de Berlin. Esta escuela no es ciertamente un bastión de la heterodoxia y Wikipedia nos enseña que fue fundada por 25 instituciones y multinacionales, en particular Bosch, KPMG y... Siemens, cuyas relaciones «especiales» con Grecia son conocidas.

Este estudio es muy útil porque desglosa minuciosamente el origen y el destino de los fondos a lo largo de los tres MoU. Sus principales resultados son registrados en el cuadro 2 de más adelante. Y las conclusiones, muy claras, confirman los estudios precedentes: «contrariamente a creencias muy extendidas, menos de 10 mil millones de euros, es decir, menos del 5% del conjunto de los programas, han ido al presupuesto público griego. En cambio, la gran mayoría del dinero ha ido a los acreedores bajo forma de reembolsos de la deuda y de pagos de intereses».

Cuadro 2 - Utilización de los fondos de los tres programas
MoU 1 & 2 (2010-2013)MoU 3* (2015-2018)
Reembolso de la deuda86,940,3 %35,941,7 %
Pago de intereses52,324,2 %17,820,7 %
Recapitalización de los bancos37,317,3 %25,029,1 %
Private Sector Involvement29,713,8 %--
Financiación del déficit9,74,5 %7,38,5 %
Total215,9100,0 %86,0100,0 %
* datos inicialmente programados. Fuente: Rocholl, Stahmer, 2016

Desgraciadamente, las recomendaciones de los autores, clásicamente neoliberales, parten del principio según el cual la causa de la crisis griega es "la incapacidad del Estado griego para gestionar correctamente su presupuesto público". De forma poco coherente con su diagnóstico, los autores afirman que una reestructuración (haircut) de la deuda "no es una opción en el momento actual" y preconizan "reformas estructurales", entre ellas la ampliación del proceso de privatización.

Así y todo: este balance confirma de entrada uno de los resultados esenciales de los trabajos de la Comisión por la Verdad sobre la Deuda Griega, a saber, que los programas de 2010 y luego de 2012, no tenían por objetivo apoyar un relanzamiento de la economía griega sino salvar a los bancos alemanes y franceses, pero también a los griegos. La comparación con los dos precedentes MoU muestra que el tercero se basa en la misma lógica, una en la que los préstamos no hacen más que entrar en Grecia para irse inmediatamente hacia los acreedores.

No es posible salir de este ciclo infernal que está incluso endureciéndose. Las negociaciones sobre la primera etapa del tercer MoU se dilatan, en particular porque los acreedores quieren que Grecia se fije un objetivo del 3,5 % de excedente presupuetario primario (sin contar los pagos de intereses). Este objetivo estaba ya inscrito en los dos primeros memorándums, pero quedaba evidentemente fuera de lo posible y el intento de lograrlo ha llevado a una enorme recesión. Hoy se exige el mismo esfuerzo imposible con la misma obstinación y, colmo del cinismo, el Eurogrupo exigiría, si este objetivo no fuera alcanzado, un plan de "medidas contingentes" de 3 600 millones de euros, es decir el 2 % del PIB, lo que equivale a lo mismo/6.

Todo esto es propiamente criminal, pues la consecuencia es inmolar un pueblo en el altar de las finanzas. Y es también un crimen que cometen los economistas pagados para demostrar que Grecia podría salvarse a condición de consentir en las famosas "reformas estructurales". Es el caso del último estudio de la OCDE/7 que defiende esta tesis apoyándose en modelos falseados y en los que toda humanidad está ausente.

Notas:
1/ Hans-Werner Sinn, "The Greek tragedy", CESifo, Junio 2015.
2/ Jeremy Bulow, Kenneth Rogoff, "The modern Greek tragedy", VoxEU.org, 10 Junio 2015.
3/ Pablo G. Bortz, "The Greek “Rescue”: Where Did the Money Go?", INET Working Paper n°29, November 2015.
4/ Yiannis Mouzakis, "Where did all the money go?", Macropolis, 5 Enero 2015.
5/ Jörg Rocholl, Axel Stahmer, "Where did the Greek bailout money go?", ESMT, 2016.
6/ Ver este excelente artículo -como de costumbre- de Romaric Godin: "Grèce: l’impossible résistance d’Alexis Tsipras", La Tribune, 3 mayo 2016.
7/ OCDE, Greece, Economic Survey, Marzo 2016

No hay comentarios:

Publicar un comentario