miércoles, 22 de marzo de 2017

Contra el delito del sionismo: respuesta anti colonial. "Israel se erige en el Estado de todos los judíos y nos hace rehenes de su política": Héctor Grad

"El país israelí utiliza el deporte y la cultura para promover un lavado de cara y confundir a la gente, por eso esas actividades son objeto de protestas"

INFOS. RELACIONADAS:
Israel ante la FIFA: fútbol, racismo y apartheid (Xavier Abu Eid/Eldiario.es. 23.05.2015) 

Pablo Tuñón entrevista a Héctor Grad Fuchsel, profesor de Antropología y miembro de la Red Judía Antisionista. En LNE y tomado de Palestina Libre (Foto de Héctor x Ángel Gónzález). Tras ella, informe de Acto celebrado en Gijón (Asturies) con Héctor Grad

Ser judío es una cosa y querer un estado hebreo en tierras palestinas, otra. Es decir, un judío puede no ser sionista. Es lo que ayer explicó en Gijón Héctor Grad, profesor de Antropología Social de la Universidad Autónoma de Madrid y miembro de la Red Judía Antisionista. La plataforma "Tarjeta Roja a Israel" organizó la ponencia de Grad como parte de los actos programados de cara a la manifestación contra el estado hebreo que tendrá lugar el día que jugará España contra Israel en El Molinón (24 de marzo).

- Usted es judío y antisionista. A muchos les sonará raro
Son conceptos diferentes, ser judío y ser sionista. Es una confusión muy habitual, en parte por desconocimiento de la gente, y en parte por la propaganda interesada del movimiento sionista del estado de Israel, que se erige como portavoz del conjunto del judaísmo cuando en realidad, a lo largo de la historia, excepto desde la guerra de los Seis Días hasta hoy, han sido minoritarios.

- ¿Entonces ahora hay mayoría sionista dentro de la comunidad judía mundial?
Ha ido cambiando. El sionismo, durante sus primeros cincuenta años, fue minoritario, una cosa de cuatro locos mientras que la mayoría de sus vecinos judíos del centro de Europa o Europa oriental preferían emigrar a América del Norte o del Sur o Francia, que es como se formaron las grandes comunidades judías que existen fuera de Israel. Han sido minoritarios incluso después del establecimiento de Israel, en 1948, y hasta la guerra de los Seis Días, cuando el fervor nacionalista les hizo pasar a ser hegemónicos. Pero es una hegemonía que hoy están perdiendo, porque hay algo que preocupa a Israel y que hace que monten un ministerio orientado solamente a perseguir a los críticos en Israel y algunos chiringuitos en alguna parte del mundo donde pagan a gente para que represente sus intereses y generen un lobby afín. A lo largo de la historia los más grandes humanistas ilustrados del judaísmo, Freud, Einstein, Erich Fromm, Hannah Arendt, Martin Buber..., estaban en contra de un proyecto que va en contra del sentido de la historia moderna.

- ¿Por qué no deben tener los judíos un país en Tierra Santa?
El problema no es que los judíos puedan tener un país, el problema es hacerlo a costa de otro pueblo; sobre todo con un proyecto que desde muy temprano se vincula a las potencias coloniales. No hay razón para que los judíos no tengan un derecho a tener un estado propio. Lo que trae conflicto es que sea expulsando a un pueblo autóctono de su territorio.

- ¿Cómo definiría al Estado actual de Israel?
Es un país que es resultado de un proceso de colonización que sigue hasta hoy en día. Ya en los años 20 los planes estratégicos que tenían eran similares a los de hoy en Gaza o Cisjordania. Desde un primer momento es un proyecto de separación étnica de un pueblo contra otro. Desde el punto de vista sionista lo justifican diciendo que es el estado de los judíos, pero es lo mismo que sí aquí se dice "España para los españoles", todos sabemos el significado xenófobo de este lema. Pues allí es lo que se intenta hacer parecer como normal.

- ¿Cómo es su sociedad?
Muy compleja, que dista de ser homogénea. Por una parte es una sociedad avanzada y hasta progresista en algunos aspectos, y por otra es una sociedad colonial. La paradoja es que con cruzar una calle en Jerusalén o Haifa, dado que no hace falta irse a Gaza, pasas del primer mundo al tercero. Un quinto de la población israelí son palestinos y son discriminados sistemáticamente por un estado que tiene un régimen jurídico para "los blancos judíos" y otro régimen diferente para los que no lo son. Hay una sociedad muy progresista, multicultural, diversa y abierta, pero cruzas una calle y pasas del primer mundo al tercero, con un régimen de ocupación colonial.

- Otros defienden que es la única democracia de la zona

Depende de cómo uno defina democracia. Si democracia es que el conjunto de la ciudadanía participa en las decisiones, claramente no lo es y lo dice el propio gobierno de Israel: están para servir a una parte de la ciudadanía en contra de otra parte. Es un estado con dos sistemas. Si a esto se le puede llamar democracia... Es como cuando Sudáfrica para los blancos también era una democracia. Por una parte, si eres judío puedes disfrutar de las máximas cotas de libertad y protección social, y si no lo eres, aún siendo ciudadano israelí, no. Y de hecho puedes sufrir una detención administrativa sin juicio previo.

- Los sionistas dicen que el boicot a Israel de los ayuntamientos es antisemita
La gente que apoya y participa en la campaña de boicot es contraria a todo racismo, xenofobia, antisemitismo e islamofobia. Las evidencias son claras. El Estado de Israel y sus lobbys tienen curiosos compañeros de viaje como la ultraderecha europea de diferentes países, que cuando sale elegido Netanyahu son los primeros en visitarle. Curiosa paradoja.

- ¿Israel promueve la confusión entre antisemita y antisionista?
Promueve eso y se declara como el estado en representación de todos los judíos sin preguntarnos. Nos convierte en rehenes de su política.

- ¿Se ha labrado Gijón mala fama entre la comunidad judía por aprobar el boicot a Israel luego revocado? Eso dicen colectivos proisraelíes como ACOM...

Los principales difusores de que Gijón se convirtió en espacio libre de apartheid son los de ACOM y sus columnas en la prensa israelí. Los principales escandalizados son ellos y la prensa que les da eco en Israel. Lejos de ensuciar el nombre de la ciudad, para mucha gente con sentido común es motivo de orgullo y admiración que una ciudad se reconozca libre de racismo y apartheid.

- El famoso partido España-Israel. ¿Es el escenario óptimo para manifestarse?

El problema es que el Estado de Israel utiliza las actividades deportivas y culturales como parte de una campaña de lavado de cara que intenta hacer ver los aspectos que se pueden vender como positivos y que la gente no preste atención a los aspectos oscuros. Es una estrategia organizada: las películas o cantantes israelíes salen fuera financiados por embajadas y ministerio. Viene a intentar confundir a la ciudadanía que no tiene más información. Y eso hace que esas actividades sean objeto de protesta. Nadie tiene nada en contra de que se celebre un partido de fútbol, pero lo que sí tenemos que decir es que cuando estamos hablando de un equipos que institucionalmente representan a un sistema, un gobierno y país, éste sea objeto de boicot como se hizo con Sudáfrica, que incluso fue excluida de los Juegos Olímpicos por imponer un sistema de discriminación como el de Israel. Esto no es nada nuevo y no es nada que tenga que ver con los judíos.

- Algunos les acusan de mezclar fútbol y política

No hay fútbol ni deporte sin política. Y el que lo dice lo que intenta es cerrar los ojos.

Contra el Delito del Sionismo: respuesta anti colonial

Como todo proyecto colonial el sionismo está signado de sus herramientas habituales: Explotación, apartheid, limpieza étnica, genocidio, terrorismo de estado, desposesión territorial.

Pachakuti, en Kaosenlared

El 15-M tenía lugar en la Biblioteca pública Jovellanos una esclarecedora Conferencia, (dentro de las iniciativas ciudadanas que exigen DDHH para el territorio palestino, esta vez en medio de la polémica por la propaganda israelita con el partido de fútbol Israel-Españas en el Molinón), “Judaísmo, Sionismo y Antisionismo” a manos de Héctor Grad Fuchsel, profesor de Antropología Social de la UAM y miembro de la Red Judía Internacional Antisionista.

Desde esa Red judía antisionista internacional han emitido un pronunciamiento reciente

CONTRA TODOS LOS RACISMOS

Y trasladan preocupación por el crecimiento de la extrema derecha europea y mundial, y la consecuente multiplicación de actos violentos y vandálicos dirigidos contra minorías étnicas y religiosas, así como manifestaciones de homofobia, y las tentativas de traducción en políticas discriminatorias en particular contra migrantes, refugiados y personas de confesión musulmana por parte de gobiernos e instituciones.

La Red dice.. que asociaciones integradas por personas judías y palestinas, se preocupan y se conmueven por todas las víctimas de atentados y guerras por igual, así como por el trato cruel y vejatorio reservado a los refugiados provenientes de dichas guerras que llegan a Europa.

Dicen que.. nuestro deber es analizar e ir a la raíz de dichos conflictos, y en el contexto actual, esto nos lleva a situar la ocupación de Palestina por parte del Estado de Israel en el corazón de la inestabilidad actual en Oriente próximo, ocupación de la cual se cumplirán 70 años

Y que.. la política hipócrita de doble rasero de la Unión europea, negándose a condenar a Israel por su política de Apartheid hacia la población autóctona de Palestina y a tomar medidas eficaces contra la continua expansión de la colonización de Cisjordania, así como para acabar con el bloqueo ilegal e inhumano de la Franja de Gaza, no pueden sino alimentar el sentimiento de injusticia de la juventud .

Que.. la simpatía que muestran algunos movimientos de extrema derecha, y en particular el gobierno de EEUU hacia Israel, no engaña y muestra que comparten no sólo la islamofobia, sino una agenda política de discriminación y violencia hacia las minorías, que pone en peligro fundamentos democráticos y derechos obtenidos después de largas luchas.

En este sentido, apoyan la campaña BDS -Boicot, Desinversión y Sanciones a Israel- respondiendo así a la llamada de la sociedad civil contra la política de segregación, discriminación y colonización del Estado de Israel.

La campaña es un instrumento legítimo de lucha no violenta para el reconocimiento de los derechos del pueblo palestino, que denuncia complicidades con un Estado que viola impunemente los derechos humanos y sigue sin acatar ninguna de las resoluciones de la ONU sobre Palestina.

Denuncian que las acusaciones de racismo vertidas contra el BDS son una estrategia de desprestigio por parte del Estado sionista contra una campaña que está dando resultados a nivel mundial, a la cual invitan a las sociedades civiles del Estado español a sumarse activamente. .

El profesor, auto declarado judío antisionista, apeló a que hace falta más Historia, y menos propaganda: de esa forma si se aplaude por ejemplo el que Nueva York (con un alto porcentaje de personas declaradas judías no-sionistas) presuma de ser un territorio donde se preocupan por las personas migrantes, también se debería ensalzar y aplaudir la declaración de Gijón en favor de los derechos humanos y contra el apartheid en Israel que avergüenza a la humanidad.

Defendió la herramienta del BDS, que ni es judeofóbica ni hay nada de antisemitismo en ella, sino que por el contrario pone en lugar visible las violaciones, consentidas aunque condenadas, de los territorios ilegalmente ocupados por el ejército israelita.

El profesor hizo un repaso histórico, para explicitar contenidos de las expresiones, judaísmo, sionismo, origen y recomposición del pueblo judío, y apeló al historiador Shlomo Sand http://www.palestinalibre.org/articulo.php?a=44570 para explicar la conversión de otros pueblos al judaísmo (Yemen, Bereberes, Cáucaso..) como crecimiento del judaísmo sin relación de raza sino de religión.

Al sionismo lo definió como el proyecto colonial de una minoría, que nunca tuvo hegemonía, pero que pactó con las potencias coloniales para buscar un territorio, que casi todas esas potencias le negaron, y únicamente el imperio británico “se ofreció” a aportar, en Uganda, en la Patagonia o en Palestina.

Al contrario de otros movimientos colonizadores, los colonos sionistas no pretendieron incorporar a la población colonizada como una clase trabajadora explotada, sino reemplazarla. El movimiento obrero sionista era el principal defensor de este programa de “judaización del trabajo” y de otras dos consignas racistas del movimiento sionista: “producción judía” y la “pureza de las tierras adquiridas judías”.

Previendo la resistencia palestina, el proyecto colonizador comprendió desde un primer momento la necesidad de contar con el apoyo de los poderes imperialistas dominantes en Oriente Próximo. Y ello implicaba la subordinación del proyecto sionista a los intereses estratégicos de las grandes potencias en la región. Sin el apoyo de Gran Bretaña y más tarde EE UU, la comunidad colonizadora judía no hubiera podido establecerse ni el Estado judío ser proclamado y defendido. El proyecto sionista se opone inherentemente no sólo al nacionalismo palestino, sino también a la lucha de las masas árabes contra el imperialismo británico y más tarde de EE UU (y contra los regímenes árabes corruptos), de los que el sionismo se convirtió en su perro guardián. El Estado sionista intentó inútilmente imponer su aceptación al mundo árabe como fuerza extranjera colonizadora y a la vez como condición de paz en la región. Pero todos los pasos, incluso los más pequeños, en el camino de la unidad árabe y de la transformación social del mundo árabe han puesto en peligro este objetivo, así como el objetivo imperialista de mantener la estabilidad en la región.

Como todo proyecto colonial el sionismo está signado de sus herramientas habituales: Explotación, apartheid, limpieza étnica, genocidio.

Y utilizó ampliamente del terror y el terrorismo de estado para cumplir sus fines, con desposesión masiva de territorios palestinos, y con un racismo hasta la médula.

El antropólogo aseguró que el sionismo supuso y supone una ruptura con el judaísmo, aunque se esté publicitando una confusión interesada, que siempre fue minoritario, hasta que con la guerra de los 6 días pasó a ser hegemónico en Israel, pero no en el mundo judío.

Y ahora está quebrándose, afirma el profesor Héctor.

Por eso un ministerio de Israel se dedica específicamente a propagarlo, por eso hay millones de recursos destinados a campañas contra el BDS.

Ni todos los judíos son sionistas, ni siquiera todos los sionistas son judíos.

“Si hay algo que se parece a la resistencia antinazi en el gueto de Varsovia.. es la resistencia palestina en Gaza..”

Destacó Grad Fuchsel en Xixón como peligrosa la alianza entre el sionismo y la extrema derecha europea, en el nexo común de la ultra islamofobia, y categorizó a la gente judía que se considera y actúa contra el sionismo en 4 grupos o corrientes:

Los palestinos de fe judía. Que así se han llamado tradicionalmente. Quienes han convivido históricamente sin mayores tensiones, como minoría, dentro de territorios palestinos y en la diáspora. La corriente humanista, en la que se integrarían destacados intelectuales Freud, Chomsky, Edelman. La corriente Internacionalismo, proletario, con una expresión política BUND y la búsqueda de sociedades igualitarias. Y la corriente anticolonial, con gente como el historiador Ilan Pappé y su libro “la limpieza étnica en Palestina” http://www.palestinalibre.org/articulo.php?a=44570 de recomendable lectura.

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